viernes, 5 de febrero de 2010

Nunca fui de este pueblo


Me gusta este verano porque está oscureciendo muy tarde.


I

8.30
Luz. Temer o soñar, pero el pestañeo implica un grito.
Atreverse a no escuchar lo de siempre no es cosa fácil y cargar pesas menos.
Anchar los brazos hasta que termine la ducha y cambiarme, elegir, combinar; todos los polos levantan las mangas pero no se puede repetir.
¡Andrés, apúrate!, ¡Ay, que barbaridad!
Barbaridad son Oh! Diosas a las 10.
El queso, el jamón y el tiempo pueden compaginar.
El café y los dientes no quieren saber nada el uno del otro.

II

10.10
Planes de cansancio. Hoy quiero ese Audi, si cuesta mucho estará bien el Honda, ya, bueno, el Seat, hoy quiero que ese micro frene porque no canto en Adammo y porque es paradero.
Pasahe, pasahe. Medio. Baja óvalo, óvalo, pie derecho.
Pie izquierdo: rodilla golpeada.
Al fin de vuelta, porque yo duermo allá pero vivo aquí; quiero nadar, quiero correr (en el mar), quiero respirar el perfume de las turistas, quiero ver las partidas de ajedrez al aire libre, quiero comer una hamburguesa de McDonald's de 3.90, quiero fumar una shisha en Café Beirut, y tengo que dormir allá.

III

11.05
¿Pasarela?, ¿me caso?, ¿me enamoro?, ya lo hice una vez, ya no quiero.
Muestras, población, media, varianza, distribución normal, moda, ¿moda? Moda, moda, moda.
Break y la música, infaltable, ay Andrelo, ¿por qué no te conocía bien cuando viniste?
Mirarte en el aire es mi mashor problema, partirme en pedazos rotos.
El golpe y ¡BLUP!, shuffle.
Comerciales de Coca-Cola y Nextel antes de retomar la moda, moda, moda, estadística.
Fin, la lista. Los apellidos que suenan bonito, algunos se combinan y te respeto.
Salir y seguir, ¿a dónde? Ir con los amigos, reír, gastar, reír, apostar, subir a un carro sin peste, acelerar, pasar los semáforos; es eso o regresar, a dormir, rebobinar la vida, rebobinar el día, regresar, ¿huyo?